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Y de balance, ¿cuándo hablamos?

Bienvenido nuevamente a este espacio, en el cual reflexionaremos respecto a la forma de accionar paso a paso para lograr metas más altas y una vida de mayor satisfacción; iniciemos la conversación.


No tengo tiempo para… Otra vez no alcancé… A ver si la semana siguiente puedo… Nuevamente voy a quedar mal… Tenía ganas, pero… Dije que iba… Prometí que me haría cargo… Quería llegar temprano… Por más que trato…


¿Cuántas veces te has visto reflejado diciendo algo así?


Las afirmaciones anteriores reflejan un tema de balance, prioridades y manejo personal.


Hablando de balance, ¿cuál es tu definición personal?


¿Has pensado que algunas decisiones de carrera no consideran el balance o van en contra de equilibrar la vida personal con la profesional?, es el tipo de trabajo, la forma en que lo abordas, tus hábitos y patrones o todas las anteriores.


El tema es que la decisión de diseñar una vida balanceada es responsabilidad tuya y no se la puedes o quieres dejar a nadie más, porque probablemente no te va a gustar su idea de balance y nadie va a resolver por ti ni por mí, la vida que queremos vivir.


Tampoco puedes dejar en manos de una empresa tu calidad de vida; pensarás que se oye fácil y que es más que imposible hacerlo, sin embargo, tienes que abordar el balance de manera equilibrada: definir una buena vida, buscar la forma de generar armonía entre los diferentes ámbitos de tu vida, y establecer y reforzar límites a fin de vivir de manera armónica.


La problemática de la calidad de vida en los lugares de trabajo exige una mayor reflexión sobre las políticas y prácticas desarrolladas por las empresas; encontrar el equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida diaria es un desafío que afrontamos de manera constante.


Gallup, Hay y Forbes presentan estadísticas que demuestran que colaboradores menos estresados o preocupados y más descansados, son más felices, lo que tiene un efecto expansivo; la gente contenta incrementa su productividad y su sensación de bienestar.


Para vivir en armonía, equilibrio, balance, buena vida, hay cuatro dominios

que te propongo explorar:


  • Dominio personal (lo que quieres para ti)

  • Dominio de relación (tu interacción con otros)

  • Dominio de significado (lo que tiene relevancia para ti)

  • Dominio de contribución (en qué o a quienes)


¿En dónde están tus retos?, ¿cuáles son tus prioridades?, ¿que no has mirado?, ¿qué no has estado haciendo que consideras que sería importante hacer?, ¿qué hace que no estés dónde quieres estar?


Hablando de balance, una reflexión final, por Brian Dyson, quien fue CEO de Coca Cola.



“Imagina la vida como un juego de malabares con cinco pelotas a las que llamas trabajo, familia, salud, amigos y espíritu. Mantienes las cinco pelotas en el aire. Pronto te darás cuenta de que la pelota «trabajo» está hecha de goma. Si la dejas caer, rebotará. Pero las otras cuatro –familia, salud, amigos y espíritu– son de cristal. Si dejas caer cualquiera de ellas, se dañará, marcará, tendrá algún rasguño o incluso se destruirá de manera irreversible. Nunca volverá a ser la misma. Tienes que entender esto y luchar para desear un equilibrio en tu vida”.

Estás siempre, ante la posibilidad de balancear y generar mayor satisfacción, ¿qué cambio de te apetece?




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